El sistema de refrigeración es de vital importancia para nuestro carro y que su mantenimiento debe ser lo mejor posible.

Es el responsable de evacuar las altas temperaturas internas que se dan en el motor. Se pueden alcanzar hasta 2.000 grados durante la explosión del combustible en el interior de los cilindros. Posteriormente esa altísima temperatura irá descendiendo cuando se produce la carrera de expansión y en la fase de escape seguirá bajando hasta los 150 grados.

El sistema de refrigeración por lo tanto se encargará de reducir la temperatura media de estos elementos. Sin este sistema se podrían crear dilataciones y deformaciones en distintas partes de la mecánica. Algunos ejemplos podrían ser el roce de los pistones con las camisas de los cilindros, quemar la junta de la culata e incluso que se llegase a quebrarse alguna de las piezas más débiles. Dentro del mismo tiene que haber un líquido, que será el encargado de absorber ese calor que emite el motor y por lo tanto de que descienda la temperatura.

¿Es mejor, agua o coolant (líquido anticongelante)? Hace unos años se utilizaba simplemente agua, aunque después llegaron los líquidos anticongelantes que mezclan agua y algunos aditivos para mejorar sus capacidades.

Por lo tanto, se puede echar agua en el sistema de refrigeración y funcionará, pero no será la opción más recomendable. El agua contiene oxígeno (H2O) y por lo tanto podrá oxidar algunas de las piezas. También cambia de estado con la temperatura y esto significa que se podrá congelar por debajo de 0 grados o se podrá evaporar si supera los 100 grados. También hay que tener en cuenta que no se puede utilizar agua del grifo, que contiene cal y podría obstruir algunas partes del circuito. De usarse entonces debe ser agua destilada.

Mientras que el líquido anticongelante tendrá ventajas frente al agua destilada gracias a los aditivos que contiene. De esta forma se conseguirá que el líquido no se congele hasta unos 30 grados bajo cero, además de elevar el punto de ebullición en unos 20 o 30 grados. Otro punto positivo es que nos podremos olvidar del óxido y de la cal que podían acompañar al agua corriente.

Por lo tanto los líquidos anticongelantes garantizan un mejor funcionamiento del sistema de refrigeración y también mejorarán su vida útil. También obtenemos un mejor enfriamiento gracias a sus propiedades mejoradas.

Es aceptable usar agua destilada si hay necesidad o si tenemos cualquier emergencia con la finalidad de evitar males mayores.

Su mantenimiento no es muy complejo. Es bueno revisar el nivel y el estado visual del líquido refrigerante con frecuencia. Hay que recordar que el buen funcionamiento del motor dependerá de su refrigeración. Normalmente el tiempo para cambiarlo suele estar entre los dos o tres años, según el libro de mantenimiento de cada fabricante.