Ninguna categoría automotriz se ha salvado de los desaciertos estético.

Aurora 1957.

En 1957 el padre Alfred A. Juliano de Branford, Connecticut presentó el Aurora, un vehículo de su diseño y creación, construido sobre la plataforma de un Buick viejo que había sufrido un accidente severo. Su propósito era eventualmente producir el carro más seguro del mundo, y en defensa del padre Juliano podemos decir que el diseño nunca busco belleza, solo seguridad. Camino al evento de presentación, el Aurora se averió 17 veces, un presagio del desastre financiero y moral que el auto representó para su creador. El padre Juliano fue investigado por fraude y expulsado de su diócesis. El Aurora fue rescatado y restaurado por Andy Saunders, uno de los restauradores de automóviles más prestigiosos de la actualidad.

Ford Thunderbird 1958-1960.

El Thunderbird es uno de los modelos históricos más recordados de Ford. A través de su trayectoria el Thunderbird adoptó muchas personalidades, incluso la de un cuatro puertas, pero ninguna de ellas es tan universalmente condenada como la segunda generación conformada por los modelos 1958, 1959 y 1960, el primer Thunderbird con capacidad para cuatro pasajeros. Este Thunderbird es un verdadero desastre estético, aún tomando en cuenta los bizarros estándares visuales de la época. Sus inexplicables líneas conflictivas y su techo cuadrado, que acabó con cualquier vestigio de deportividad, lograban un conjunto disparejo y visualmente torpe. Ford buscaba ampliar el atractivo de Thunderbird abriendo espacio para dos pasajeros más, algo que logró más allá del más optimista de sus sus cálculos. El carro se vendió como pan caliente, pero también convirtió a los roadsters de la primera generación en objetos de veneración nostálgica precoz.

Daimler SP250 1959-1964.

Ni siquiera el hecho de haber sido diseñado al final de la década de los 50 sirve como excusa para un diseño tan pobre y torpe como el de este roadster inglés. Las ineptas líneas de carácter sobre las ruedas, su parrilla de boca de pescado junto con sus protuberantes faros delanteros estilo ojos de sapo, lo hacen lucir como una criatura del pantano, mientras que las aletas traseras simplemente no tienen explicación racional alguna y algo nos dice que fue una orden de última hora de algún ejecutivo. A nadie debe sorprender que la Daimler Motor Company LTD, (no confundir con Daimler el fabricante de los vehículo Mercedes-Benz) ya no esté construyendo automóviles. Daimler fue adquirida por Jaguar y convertida en una submarca del fabricante inglés, la cual fue utilizada en modelos Jaguar de superlujo hasta 2007.

Plymouth Valiant 1960-1962.

La primera generación del Plymouth Valiant aparece en esta lista representando el desastre que era el estudio de diseño en Chrysler a principios de la década de los 60. El diseño del Plymouth Valiant, el primer compacto de Chrysler Corporation, fue uno de los peores ofensores gracias un incongruente amasijo de volúmenes que se suponía que le darían la sensación de movimiento con el auto detenido, pero en realidad lo hacían lucir como si acabara de estar en un horrible accidente. Plymouth rectificó su error rápidamente y para 1963 el Valiant adquirió un aspecto más moderno, elegante y mucho más exitoso.

AMC Marlin 1965-1967.

A mediados de la década de los 60 los coupes personales causaban el mismo furor que las SUVs y crossovers causan hoy en día. Se trataba de carros de dos puertas de gran tamaño con ciertos lujos integrados para hacer sentir a sus dueños bien e importantes. American Motors desesperada por imitar lo que hacían los ‘tres grandes’ (General Motors, Ford y Chrysler) presentó su versión con prisa y sin pensarla muy bien. Sus recursos limitados solo le permitieron colocar un enorme techo fastback sobre su compacto Rambler American, quitandole dos puertas. La disimilitud en las proporciones le daban un aspecto poco agraciado, especialmente cuando se le veía de lado, por lo que es prácticamente imposible conseguir una imagen publicitaria del perfil del auto.

AMC Gremlin 1970-1978.

Diseñado para competir con el Volkswagen Beetle y el Toyota Corolla pero construido sobre la plataforma de un auto mediano, lo que le dió un trompa desproporcionadamente larga, el Gremlin fue un desatre tanto desde el punto de vista estético como desde el dinámico. American Motors que siempre fue una compañía de pocos recursos, no tenía dinero para corregir los obvios errores del Gremlin que, salvo por algunos detalles como una nueva parrilla que llegó en 1972 solo para solo solucionar el menor de sus problemas, mantuvo su espantoso look durante ocho largos años.

Aston Martin Lagonda 1979-1990.

Antes del Rapide actual el Lagonda fue el cuatro puertas de Aston Martin. Esta pesadilla visual contaba con una tecnología tan fea y torpe como su diseño, que hizo que las pocas unidades que lograron vender, pasaran largas temporadas en el taller mecánico. La salida del mercado del Lagonda en 1990 fue lamentada por absolutamente nadie.

Chevrolet Caprice 1991-1996.

La cuarta generación del Caprice fue un intento fallido en modernizar el que fue el sedán grande más populares de Estados Unidos. Las proporciones erradas de este homenaje sobre ruedas al insecto conocido como la cucaracha, junto a su manejo de vieja escuela, lo hacían lucir y comportarse de forma totalmente inadecuada frente a sus competidores japoneses y europeos que ganaban popularidad con el público estadounidense en los años 90. A pesar de haber sido adoptado por muchos departamentos de policía y compañías de Taxi, General Motors descontinuó al Caprice en 1996 para poder construir más SUVs gigantes en la planta en Texas conde se fabricaba.

Ford Scorpio 1994-1998.

El diseño de la segunda generación del Scorpio, el sedán ejecutivo de Ford de Europa, fue inexplicablemente desafortunado. Su cara de payaso precede a una carrocería de aspecto soso y genérico cuyo diseño parece haber sido el resultado de un esfuerzo consciente por evitar lograr alguna línea interesante. Esto es más triste aún porque el Scorpio fue el sucesor y fallido custodio de una larga tradición de sedanes ejecutivos de Ford en Europa, entre los que se contaban los Ford Granada (versión europea) y el Ford Taunus. Las ventas de los Ford europeos fullsize se desplomaron con este modelo al punto de que Ford se vio obligada a retirar la línea para siempre.

Ford Taurus 1996-1999.

La segunda generación del Ford Taurus pasará a la historia por ser el caso más claro e inexplicable en el que un fabricante asesina a una exitosa y rentable línea de vehículos sin razón alguna. A finales de 1995 cuando esta generación del Ford Taurus fue presentado, el auto que la precedió tenía siete años como el automóvil más vendido en Estados Unidos. Este chorizo sobre ruedas se encargó de que ese no fuese el caso por mucho más tiempo, abriendo una ventana al Toyota Camry y al Honda Accord los cuales se han alternado en el primer lugar desde entonces.

Hyundai Tiburon 1996-2000.

El primer esfuerzo de la surcoreana Hyundai por construir un coupé de estilo deportivo resultó en este triste amasijo de líneas sin sentido conocido como Tiburon (sin acento en la o). Hyundai aprendió rápidamente a enmendar su error presentando un atractivo reemplazo para el años 2001.

Isuzu VehiCROSS 1997-2001.

Es imposible encontrarle algún sentido a esta SUV compacta de finales del siglo pasado, pero al menos se puede decir que logró la hazaña de ser notoriamente fea y a la vez ser anónima. Isuzu abandonó la venta de automóviles en Estados Unidos el 31 de enero de 2009 sin que nadie soltara ni una lágrima. Diseños como el del VehiCROSS fueron la causa.

Fiat Multipla 1998-2010.

Fea pero con mérito es lo mejor que se puede decir de esta pseudo-van italiana, que fue galardonada como el Auto del Año y como el Auto Más Feo del Año por Top Gear en 1998, la única vez de la que tengamos noticia que un auto a logrado ambos galardones. La Multipla fue sorprendentemente longeva con ventas vigorosas en Italia, pero débiles en los otros lugares donde Fiat se aventuró a dejar ver su cara.

Chevrolet Monte Carlo 1999-2007.

La sexta generación del coupé personal de Chevrolet fue un desastre estético de tal magnitud que efectivamente acabó para siempre con la línea Monte Carlo, un modelo cuya historia está llena de atractivos e interesantes coupes. Este último Monte Carlo solo es recordado con nostalgia por los fanáticos de NASCAR, y no por bonito.

Pontiac Aztek 2001-2005.

Es imposible no conseguir al Pontiac Aztek en los primeros lugares de cualquier lista de carros feos. El pobre Aztek fabricado por General Motors en México entre julio de 2000 y agosto de 2005, es un diseño inexplicable en el que ninguna línea parece estar en su lugar. Uno de sus principales problemas fue que Pontiac trató de hacer una SUV sobre una plataforma de minivan resultando en un vehículo angosto y largo cuyas proporciones dificultaron lograr un diseño coherente. El Aztek es tan feo que se ha convertido en un carro cool, sobre todo después de haber aparecido extensamente en la megahit televisivo Breaking Bad.

Lexus SC430 Pebble Edition 2009.

Lexus SC 430 2001-2010.

En su segunda generación presentada al inicio de 2001 el SC pasó de ser un interesante coupé de cuatro puestos a convertirse en este roadster de techo retraible, del que lo mejor que se puede decir es que es un interesante homenaje la barra de jabón usada. Ni su alto componente de lujo, ni su excelente calidad de producción pueden superar el desastroso diseño y las erradas proporciones del único roadster que Lexus ha traído a nuestras costas. El SC 430 tiene la distinción de ser el último vehículo importado a Estados Unidos con un toca cassettes en su tablero. En 2012 Top Gear declaró al Lexus SC 430 como el peor carro de la historia del mundo.

BMW Serie 7 2002-2008.

La bizarra imagen de la cuarta generación del sedán grande ejecutivo de BMW, fue el resultado del intento del fabricante alemán de diferenciar sus distintas líneas que a la fecha lucián como el mismo diseño construido en tres tamaños distintos. Su volumen trasero, al que la crítica bautizó como la ‘cola Bangle’, por Chris Bangle el diseñador estadounidense encargado del proyecto, le daba un aspecto extraño y pesado que lo hacía lucir como un ladrillo al lado de su archirival, el estilizado Clase-S de Mercedes-Benz. El resto del auto era soso y aburrido como solo un sedan ejecutivo puede serlo.

SsangYong Rodius 2004-2013.

Supuestamente el diseño de esta cosa-SUV/Crossover de la firma coreana SsangYong estuvo inspirado en un yate de lujo pero algo me hace sospechar que el diseñador en realidad pasó ratos largos contemplando el inodoro en el baño en el yate de lujo, ya que ese es el lugar que me provoca visitar cada vez que veo una de estas cosas. Afortunadamente para la marca la segunda generación de la Rodius corrigió el rumbo.

Jeep Compass 2007-2010.

La pobre primera generación (2010-2016) de la Jeep Compass nunca fue un modelo muy afortunado, pero fueron los modelos construidos durante sus primeros cuatro años de existencia los que fueron desgraciados con una cara que solo le podría gustar a su madre, un crédito que por cierto nunca nadie se ha adjudicado. El Compass fue el resultado de una conversión apurada de la ya bastante atroz Dodge Caliber, para darle una crossover compacta a Jeep durante los terribles días del final de la primera década del siglo. En 2011 jeep le adaptó el diseño frontal de la Grand Cherokee, en la que es hoy considerada como una de las operaciones de cirugía plástica más exitosa de la historia del automóvil.

 

Lincoln MKT desde el 2010.

Cuando Lincoln anunció la producción una crossover ejecutiva dijo que el nuevo modelo sería como un «Learjet sobre ruedas». Naturalmente el mundo automotriz prestó atención, por lo que la decepción al ver este torpe e inepto diseño fue mayor aún. El hecho de que el Lincoln MKZ Concept que lo precedió mostró un prometedor diseño atrevido e interesante hizo las cosas aún peor. Hoy el MKT se vende casi en su totalidad como el MKT Town Car, un modelo de flotilla concebido para prestar servicios de limosina, y ni en esa capacidad se le ve mucho. ¡Afortunadamente!