Cuando compramos un vehículo ya sea nuevo o usado, mantenemos la expectativa de lo mantendremos reluciente, pero la realidad en mucho de los casos es totalmente diferente, ya que por temas de complicaciones con el tiempo para limpiarlo, accidentes ocurridos con los pasajeros que montamos (niños que vomitan,  personas con zapatos con tierra o arena, etc..) o desconocimientos de cómo mantenerlo limpio no logramos cumplir las expectativas hechas en un principio.

La condición interior y exterior de tu carro puede dejar mucho que decir de ti, por eso te daremos unos cuantos trucos que podrían ayudarte a mantener tu vehículo reluciente:

PAPA EL EXTERIOR

Hasta un pequeño rayón puede hacer lucir feo tu carro, pero esto es algo que si no es muy profundo, puede solucionarse con una lija de 1000 y unas gotas esmeril.

Cuando tus gomas se vuelvan opacas puedes devolverles la vida con un paño y unas gotas de abrillantador de muebles o con una Coca Cola, que también podría servirte para limpiar tus baterías.

En cuanto a los cristales, puedes hervir papas y el utilizar el agua  que queda y combinarla con un poco de vinagre y con esa mezcla limpiarlos. Si hablamos de la carrocería, un bol con vaselina y alcohol puede ser lo ideal para aplicarlo antes de una limpieza de la misma. Además, el alcohol también puede ser aprovechado para eliminar las manchas de resina combinándolo con un paño húmedo.

PARA EL INTERIOR

Si tienes niños o personas que se marean es aconsejable que tengas a mano unas galleticas de jengibre para controlar las nauseas o bolsas plásticas para evitar desastres por todas partes.

Un buen truco para eliminar las manchas de tus cristales es frotarlos con media cebolla y si tienes problemas con empañado puedes frotarles una barra de jabón de cuaba.

Para las manchas de chicle el hielo es tu mayor aliado, envuelves hielo en una funda plástica y lo frutas por encima de mancha por unos minutos y luego raspas los residuos con una lima o espátula.