La presentación oficial del Ferrari F8 Tributo relevo generacional del espectacular 488,  tuvo lugar en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra. Medio año más tarde le toca el turno de salir a la luz al modelo más sensual, el Ferrari F8 Spider.

Los principales detalles que le diferencian al Ferrari F8 Spider de su hermano coupé son la falta de techo, la cubierta trasera para ocultarlo y las dos jorobas que nacen tras los reposacabezas delanteros. Para cubrirse, recurre a un techo rígido retráctil de accionamiento eléctrico fabricado en material ligero.

El tiempo que necesita el Ferrari F8 Spider para descubrirse es de solo 14 segundos, en ese tiempo para el conductor y acompañante pueden disfrutar del cielo, el sol y la brisa fresca. Esta operación puede realizarse en parado o en movimiento. En el segundo caso, la velocidad máxima a la que el mecanismo funciona es de 45 kilómetros por hora. Con todo, una de las grandes ventajas del F8 Spider es que su aerodinámica ha mejorado en un 10 por ciento.

Otro de los aspectos que más han vigilado sus creadores es el peso. Respecto al Ferrari 488 Spider pesa 20 kilos menos gracias al empleo de materiales de compleja elaboración. En conjunto, y a pesar de alcanzar una longitud total de 4,61 metros, se conforma con una Tara en seco de 1.400 kilos. El reparto de masas también está estudiada, pues sobre el eje anterior recae un 41,5 por ciento del peso por el 58,5 por ciento del tren trasero.

Recurre al mismo bloque gasolina con doble turbocompresor que equipa el F8 Tributo. Cuenta con 3.9 litros de cilindrada y configuración V8. Así, entrega 720 CV de potencia a 8.000 rpm y un par máximo de 770 Nm. Gracias a este conjunto, las prestaciones son de infarto. Acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 2,9 segundos y firma una velocidad punta de 340 kilómetros por hora.