Quedarse en casa durante el tiempo estipulado para frenar la expansión del Covid-19 implica, en la mayoría de los casos, dejar de utilizar el vehículo. Y para una buena conservación del vehículo se deben seguir algunas recomendaciones básicas, que lo mantendrán listo para volver a funcionar sin problemas al cabo de unas semanas.

Se trata, por supuesto, de recomendaciones genéricas que cada usuario deberá adaptar a sus circunstancias particulares. No requiere la misma atención un automóvil nuevo que otro con muchos años y kilómetros de uso.

Es más recomendable tenerlo estacionado bajo techo o en un lugar privado, que, en la vía pública, así como es mejor aprovechar para moverlo cuando se presente alguna diligencia necesaria (ir al supermercado, farmacia, etc), que dejarlo estacionado durante los días que estará esta situación. Cada uno de los consejos que compartiremos a continuación, pueden ser ajustados según sus condiciones y necesidades:

Estacionamiento

Lo mejor, por supuesto, sería dejar el vehículo limpio en un garaje seco y al resguardo de la lluvia. Pero en este caso concreto de alerta por la pandemia, no se puede lavar el automóvil en el cardwash y muchos tendrán que prescindir de este paso que, por el peligro al contagio, será mejor saltarse. Además, las superficies de la carrocería y el interior podrían estar contaminados por el virus y cuanto menos se manipule el carro, mejor.

El virus en suspensión o depositado en las superficies desaparece después de un tiempo dependiendo del material: tres horas en el aire, cuatro sobre el cobre, un día en cartón y tres días sobre plástico o acero inoxidable. Por esto tampoco es conveniente el lavado del vehículo para evitar manipulaciones de la carrocería y plásticos o tejidos del interior.

Otra circunstancia que hace desaparecer la Covid-19 es que no resiste temperaturas por encima de los 26 o 27 grados, así que, si el vehículo permanece parqueado en el exterior y expuesto al sol con calor, podrá ensuciarse, pero recibirá una desinfección natural.

Batería

Si es posible, conviene desconectar la batería para que no se descargue. Y en la situación actual, no se debe realizar esta operación en la vía pública, donde no se permite ninguna actividad que no esté justificada. Pero si se puede hacer en un parqueo particular, bastará con desmontar el borne negativo de la masa para conservar la carga durante algunas semanas.

Y habrá que tener en cuenta que muchos carros modernos requieren introducir un código para volver a funcionar después reconectarla. En otros modelos, desconectar la batería provoca, por la desconfiguración del sistema electrónico, para que no arranque después. Por ello esta operación exige consultar detenidamente lo que indica al respecto el manual de mantenimiento del vehículo.

Neumáticos

Procurar que los neumáticos estén bien inflados para evitar deformaciones. Incluso es conveniente que tengan un 25% más de presión para que el propio peso del vehículo no los deforme. Lo ideal, si se puede, sería mover el coche unos centímetros cada semana para que no descanse siempre sobre la misma zona de la rueda. Y muy importante, habrá que acordarse de reestablecer la presión correcta cuando se vuelva a circular.

Freno de mano

No levantar del todo la palanca del freno de mano, en el caso de que sea mecánico, para evitar que se agarrote con el tiempo. Dejar una marcha puesta para inmovilizar el vehículo y, si es necesario, bloquear las ruedas mediante cuñas para mayor seguridad.

Combustible

Dejar el depósito por encima de la mitad de su capacidad para evitar que se formen sedimentos o condensación de agua (dañina sobre todo para los motores de gasóleo). La alerta por la Covid-19 permite completar el vehículo, así que llenar unos tres cuartos del depósito con un combustible de buena calidad preservará mejor la mecánica para cuando se vuelva a poner en marcha.

Para desinfectar tu vehículo, puedes leer nuestro siguiente artículo: Prevención Coronavirus: ¿Cómo desinfectar tu vehículo sin dañar el interior?