Las grandes industrias automotrices están ansiosos por tener mapas virtuales mucho más precisos, para propulsar el negocio de los autos y camiones autónomos.
Todos necesitan contar con geolocalización al momento y los grandes proveedores como Google están luchando por mantener el dominio del atractivo negocio del mapeo digital.
Se estima que en menos de una década el mercado global de los mapas digitales podría llegar a los US$13.000 millones.
Los expertos plantean que la industria está cambiando vertiginosamente, ya que los cartógrafos de este milenio deben hacer simulaciones en tiempo real para que los humanos y las máquinas tomen decisiones.
Google es el magnate del mapeo mundial para los consumidores. Aproximadamente más de 1.000 millones de personas usan la aplicación de Google Maps mensualmente.
Se proyecta que los avisos comerciales que vende Google en su servicio de geolocalización generarán ingresos de US$1.400 millones en 2017 y de US$3.300 millones para el 2020.
La competencia por el desarrollo de vehículos autónomos, lo cuales necesitan de los mapas digitales, podría ser una gran oportunidad de negocios.
Por eso resulta lógico que Google creara una filial, Waymo, para desarrollar sus propios autos inteligentes.
Finalmente los «mapeadores» construyen autos y los fabricantes de autos quieren mapear. Una guerra desesperada para ver quiénes serán los futuros dueños de unos de los negocios emergentes más lucrativos del mundo.
Y hay start-ups en Silicon Valley que también han hecho su apuesta para no quedarse fuera.
Hace menos de un año las tres empresas automotrices más grandes de Alemania, BMW, Daimler, y Audi de Volkswagen compraron la compañía de mapeo digital HERE para tener su propia fuente de datos y no depender de un proveedor externo.
Y luego un consorcio de empresarios chinos y singapurenses (dueños de Tencent -un gigante de internet- y NavInfo) compraron un 10% de HER con miras a extender su poder en el mercado asiático.
Por otro lado, las mayores empresas de la industria automotriz en Estados Unidos -General Motors, Ford y Fiat Chrysler- también han invertido en mapas digitales a través de start-ups dedicadas al desarrollo de inteligencia artificial y en algunos casos han formado alianzas con otras empresas como la holandesa TomTom.
Pero no es fácil luchar contra Google. Fiat Chrysler se unió al gigante a través de Waymo.
Además de los fabricantes de autos hay otras firmas que se dedican a la cartografía virtual como OpenStreetMap y OpenAddresses -en el Reino Unido- que buscan abrirse un espacio.
También está la empresa suiza Mapillary que usa tecnología avanzada para procesar fotografías de calles tomadas con su propia red de sensores.
Y en San Francisco está Mapbox, que ha desarrollado un software de mapeo (SDK).
Algunos analistas plantean que la clave está en saber cruzar los datos de una manera inteligente.
Frente al poder de Google Maps, los más pequeños tienen el camino difícil. Pero en un negocio emergente tan amplio, puede haber nichos de mercado para que otras firmas construyan sus fortunas sobre la base de un mapa.