Ya sea con un particular o en un dealer, la compra de un auto usado debe ser una operación segura y rápida.

Comprar un auto ya sea nuevo o usado siempre será emocionante, pero ese sentimiento puede evitar que seamos objetivos. Siempre hay que considerar todos los puntos básicos previos antes de adquirirlo.

Si tu opción es por uno usado, protege tu inversión y evítate un mal rato siguiendo estas recomendaciones.

Explora el mercado.

Con tantas marcas y modelos, nuestras opciones son numerosas. Antes que nada identifica tus necesidades, el uso que le darás al auto y tu presupuesto, a fin de establecer una lista de candidatos.

En la actualidad es fácil encontrar reseñas sobre pruebas de manejos de tu auto preferido, opiniones y comentarios de usuarios. Aunque no hay que descartar el preguntarle a los amigos y familiares que tengan o hayan tenido el auto que quieres.

¿Comparle a un dealer o particular?

Tratar con el particular te permitirá conocer al dueño y tener la oportunidad de conversar sobre la historia del vehículo y generalmente será una transacción más barata.

Un dealer podrá emitir una garantía emitida por un tercero que el vendedor particular no puede dar; los autos que vende generalmente están certificados por el fabricante con una garantía oficial. Po lo general la operación es más cara.

Investiga el valor del vehículo.

Este es un punto muy importante para después no arrepentirnos. Por suerte existen muchos recursos en línea con herramientas muy sofisticadas para determinar el valor del vehículo que toman en cuentas datos como el millaje, la ubicación geográfica, el nivel de equipamiento y hasta el color del vehiculo.

Establece un rango de precios y no lo sobrepases y siempre ten al menos dos opciones más de vehículo.

Papeles en regla.

Cuando realizas la negociación con un particular lo primero que debes comprobar es que tiene un titulo de propiedad limpio y libre de gravámenes. Sin este no puedes empezar el proceso.

Realiza una prueba de manejo.

Esto puede ser muy revelador, ya te ayudará a percatarte de aspectos subjetivos del carro en relación a tus gustos de manejo, pero también puede ser útil para notar desperfectos o mal funcionamiento del vehículo.

Garantía.

Revisa el historial de mantenimiento del vehículo para verificar que el vendedor cumplió con los servicios recomendados. Si la garantía está vigente no dudes en usarla, ya que las garantías originales de fábrica están ligadas al auto y no al dueño.

Lleva un mecánico de confianza.

Trata de revisar el vehículo con un mecánico de tu confianza. El se encargará de verificar el estado de sus componentes y sistemas, y podrá darse cuenta de problemas que el dueño del vehículo haya tratado de maquillar como un choque fuerte o daño por inundación.

Llamados a revisiones.

Los llamados a revisión de modelos por parte de los fabricantes de autos son constantes, así que no está de más verificar si el auto a comprar no estuvo incluido en uno, y si lo estuvo preguntar si le fueron realizadas las reparaciones requeridas.

Puntos básicos para revisar en un auto usado.

Además de la revisión a fondo que hará el mecánico sobre tu auto, tú mismo puedes observar cómo se desempeñan las siguientes funciones del auto en cuestión:

  • Buen estado de las luces: altas, bajas, direccionales y antiniebla.
  • La dirección: no debe presentar ruidos extraños, rechinidos o vibraciones
  • Aire acondicionado: tiene que funcionar al 100%, prueba con temperatura fría y caliente y los diferentes niveles de intensidad del aire.
  • Verifica el funcionamiento de sistemas eléctricos como ventanas, seguros eléctricos luces y bocina.
  • Revisa el estado físico del interior, como el tablero, puertas, techo y alfombras.
  • Carrocería y pintura tienen que estar en buen estado y sin abolladuras. Cambios sutiles en la tonalidad de la pintura pueden ser un indicativo de la reparación de un golpe.