El uso de tecnología para hacernos más fácil la vida, también posee puntos vulnerables que los ladrones aprovechan.
En el transcurso de las últimas décadas los fabricantes de automóviles han alcanzado logros tecnológicos impresionantes, relacionados con la seguridad y la asistencia al conductor durante el manejo. Sin embargo, una gran parte del avance tecnológico ha estado orientado también a la eliminación de tareas que los conductores hacían casi sin pensar hace unos pocos años atrás. Una de esas tareas era abrir y encender el auto con una llave.
Primero llegaron las llaves con control remoto incorporado, que aseguraban y soltaban todas las cerraduras apretando botones. Hoy esas llaves son sofisticados transmisores que permiten abrir, cerrar y encender el auto con el toque de un botón en el tablero. El problema es que estas llaves inteligentes no se apagan, están encendidos permanentemente por lo que su señal es vulnerable a ser capturada por un escáner de relativamente baja tecnología.
Los ladrones de autos ya están al tanto de esta vulnerabilidad. Uno de los ladrones rodea la casa con un escáner en la mano. El otro ladrón se queda cerca del auto a robar con el transmisor. El escáner adquiere la señal de la llave inteligente, el transmisor recibe la señal del escáner convirtiéndose en una copia de la llave del auto. En pocos segundos el transmisor abre el auto, lo enciende y los ladrones parten manejando el auto robado como si estuvieran en posesión de la llave original.
La simpleza de la operación es impresionante, pero con estos pasos que puedes tomar para evitar el robo de tu automóvil a través de esta modalidad.