Estos comienzan también a integrarse en la parte trasera de nuestros autos.

Los sistemas de asistencia de frenada llevan tiempo protegiendo a coches y sobre todo peatones de posibles accidentes, ahora también para evitar colisiones cuando circulamos marcha atrás.

Un estudio realizado en Estados Unidos revela que esos sistemas de frenado automático marcha atrás combinados con cámaras traseras y sensores permiten reducir en un 78% el número de choques cuando vamos marcha atrás.

Esa opción es por el momento poco popular en Estados Unidos, donde según el estudio solo un 5% de los vehículos la integran. En mayo de 2018 todos los coches nuevos que se comercialicen en este país estarán obligados a contar con una cámara trasera, y su combinación con esos sistemas de frenado automático garantizarán aún más tranquilidad en esa circulación marcha atrás.

El Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) estudió el comportamiento de estos sistemas y lo comparó en seis modelos distintos (BMW Serie 5, Cadillac XT5, Infiniti QX60, Jeep Cherokee, Subaru Outbacky Toyota Prius).

De todos ellos el Subaru y el GM destacaron sobre los demás por su combinación de estos sistemas, sensores y cámaras, algo que les permitía evitar colisiones en parkings (golpear otros coches, columnas o postes durante las maniobras) y también potenciales atropellos por la parte de atrás.

En Europa varios fabricantes disponen de coches con estos sistemas, que suelen llamar de alerta de tráfico cruzado o trasero. En estos sistemas se activan los frenos en situaciones en las que por ejemplo al salir hacia atrás de un aparcamiento los sensores detectan que se aproxima un coche con el que podríamos colisionar. Estos sistemas también funcionan con objetos inmóviles como paredes de párkings, por ejemplo.

El próximo paso podría ser precisamente el de debatir sobre la introducción de sistemas de frenado automático marcha atrás, algo que al menos según el estudio realizado por la IIHS contribuiría a reducir de forma notable los accidentes al ir en reversa.