El campeonato se enfrenta a una situación totalmente sin precedentes y es imposible que nadie sepa cómo se desarrollará el año. Hasta ahora se han perdido nueve carreras, y la temporada no empezará antes del 28 de junio en Francia.

Pocos consideran esa fecha como una opción realista, y parece inevitable que se aplacen más carreras, a la espera de ser acomodadas más adelante en el año.

En su última aparición pública, el CEO de F1, Chase Carey, habló de una temporada de «15-18» carreras, pero incluso la cifra más baja parece demasiado optimista.

El desafío para los equipos es que a medida que el calendario se reduce, también lo hacen sus ingresos, lo que explica por qué ahora hay tanta insistencia en la reducción de costes.

Con el cierre actual de las fábricas, no se están fabricando piezas nuevas, no funcionan los túneles de viento, y no hay viajes, pero los gastos generales como los salarios siguen.

Por eso, equipos como McLaren, Racing Point y Williams han anunciado recortes salariales para pilotos y directivos, y despidos temporales.

La FIA y la F1 han tomado algunas decisiones lógicas para reducir costes, como posponer la nueva normativa hasta 2022, congelar los chasis actuales hasta el final de la próxima temporada y, en general, limitar otros desarrollos.

Por su parte, los equipos ya acordaron reducir el límite de costes para 2021 de 175 millones de dólares (160 millones de euros aproximadamente) a 150 (135), y continúa el debate sobre una nueva reducción antes de que se firme una cifra final.

Toda esta atención en los costes tiene lógica. ¿Pero será suficiente? La gran pregunta afecta al otro lado de la ecuación, es decir, los ingresos de 2020, y ese es el temible desconocido para todos los equipos.

Sus ingresos tienen una relación directa con la cantidad de grandes premios que finalmente se llevan a cabo, y tal como están las cosas, nadie puede predecir si tendremos las 15-18 carreras de Carey en 2020, o en el otro extremo, ninguna.

Todos los equipos operan con dos fuentes de ingresos, patrocinio, incluida la financiación de propietarios/inversores como Mercedes, Renault, Red Bull o Lawrence Stroll, y los pagos de fondos de premios de la F1.

Ambos llegan en un momento establecido y, por lo tanto, generalmente los equipos saben exactamente qué reciben, cuándo, y presupuestan todo alrededor de ese flujo de efectivo. En 2020, todo ha cambiado.

Considerando primero a los patrocinadores, es poco probable que el contrato de ninguno vincule los pagos a las 22 carreras, ya que el total ha fluctuado a lo largo de los años. Sin embargo, todos los patrocinadores se comprometieron para una temporada completa y desarrollaron sus programas de marketing y promoción en torno a eso.

Se supone que hay margen de maniobra para algunas carreras perdidas dadas las circunstancias especiales. De hecho, algunos patrocinadores aún podrían estar contentos de pagar sus cuotas completas en el escenario de 15 carreras de Carey, aunque eso representa solo el 68% de la exposición por la que pagaron originalmente.

Sin embargo, en algún momento, a medida que la temporada se reduzca aún más, sus administradores y/o accionistas pueden comenzar a hacer preguntas sobre cómo obtener una buena relación calidad-precio.

Teniendo en cuenta también que cada compañía que vincula su nombre con un vehículo de F1 se enfrenta a sus propios problemas financieros y tiene que reducir costes, la relación es amistosa con el equipo solo hasta un cierto punto.

«Sus negocios también se han visto afectados», explicaba el ex jefe de Force India, Bob Fernley. «No sabes lo malo que es eso. Quiero decir, la relación con los patrocinadores suele ser muy estrecha, y los patrocinadores hacen todo lo posible para ayudar al equipo. En algún momento, las decisiones comerciales tienen que entrar en ello. Al fin de cuentas, no es caridad, es un negocio”.

Si finalmente hay una temporada de 10-11 carreras, es lógico esperar que algunos patrocinadores quieran pagar la mitad de la tarifa original, incluso si no hay una cláusula específica en el contrato para las circunstancias actuales.

Es imaginable también lo que podría suceder si la temporada se cancela por completo: no sería ilógico suponer que algunos patrocinadores querrán recuperar la mayor parte de su dinero, aunque ya hayan recibido algunos beneficios promocionales.

Ese es el dilema que al que se enfrentan los equipos. Los patrocinadores pagan en cuotas, generalmente por adelantado, por lo que las tarifas ya recibidas (y gastadas) potencialmente tendrían que ser reembolsadas, y los pagos a finales de temporada se cancelarían por completo.

Los propietarios y accionistas tendrán una imagen más amplia y no retirarán su financiación programada, pero ahora podrían verse obligados a compensar un déficit.

La pérdida de ingresos de los patrocinadores podría afectar a todos los equipos. Sin embargo, los ingresos del fondo de premios F1 no se repartirá equitativamente entre toda la parrilla, y los equipos más pequeños perderán más.

Los ingresos del fondo de premios F1 se presentan en dos grupos: pagos variables básicos relacionados con el desempeño financiero general del Grupo F1, y tarifas fijas adicionales pagadas a los mejores equipos como legado de acuerdos negociados por Bernie Ecclestone dentro del Pacto de la Concordia actual.

En la primera categoría están los pagos de la Columna 1, una cifra idéntica para los 10 equipos, y los pagos de la Columna 2, que se basan directamente en la clasificación del Mundial 2019, con Mercedes recibiendo la mayor parte y Williams la más pequeña.

Las tarifas fijas incluyen la cifra pagada a Ferrari como el «equipo más antiguo», el CCB o los bonos del campeonato de constructores pagados a Ferrari, Mercedes, Red Bull y McLaren, y bonos adicionales pagados a Mercedes, Red Bull y Williams.

En otras palabras, cinco equipos, Renault, Racing Point, Alfa Romeo, AlphaTauri y Haas, reciben solo los pagos básicos que fluctúan con las ganancias de la F1.

A la F1 no le gusta publicitar demasiado el sistema de pagos a los equipos. Sin embargo, un prospecto publicado por Liberty en enero de 2017 proporcionó información útil.

“Los equipos que compiten en el Mundial de Fórmula 1 de la FIA reciben, cualquier año, pagos de fondos de premios que consisten en una combinación de tarifas variables y tarifas anuales fijas».

“Los honorarios variables del equipo se determinan en referencia a un cálculo de una medida de beneficio operativo ajustado que se calcula aplicando varios ajustes al beneficio operativo informado del grupo en cualquier año».

«La mayoría del fondo de premios se paga a equipos en función de sus resultados en los campeonatos de constructores anteriores, y el saldo se paga a los equipos que han logrado ciertos hitos en función de los principios y medidas de rendimiento de la Fórmula 1».

En el peor de los casos, sin carreras en 2020, equipos como Racing Point o Alfa Romeo teóricamente podrían encontrarse reembolsando a sus patrocinadores y no ganando casi dinero de fondos de premios de la F1, y por lo tanto tendrá pocos ingresos durante el año. Y, sin embargo, incluso sin competir, las facturas tendrán que pagarse.

El peor de los escenarios aún está lejos. Todavía podríamos tener una docena de eventos si la temporada comenzase en septiembre, y Ross Brawn cree que pueden celebrarse 19 si lo hace en julio.

Sin embargo, cancelarse por completo la temporada 2020 sigue siendo una posibilidad, algo para lo que los equipos deben prepararse, de ahí el enfoque urgente actual para reducir costes.

Se ha sugerido que la F1 debería encontrar la manera de cuidar a los equipos, algo que Dorna ha abordado en MotoGP. Sin embargo, a medida que sus ingresos disminuyen, la F1 se esforzará simplemente en pagar sus propias facturas y las tarifas fijas con sus reservas de efectivo y préstamos.

En el fondo, se avecina un nuevo Pacto de la Concordia. Todavía no se ha fijado nada a partir de 2021, y todos los equipos y fabricantes aún deben tomar grandes decisiones.

Se avecina una división de ingresos más justa, pero incluso si se recupera un programa normal en 2021, no hay garantía de que la F1 recupere los 2.000 millones de ingresos que tenía en 2019, por lo que los equipos podrían recibir otro golpe a sus ingresos.

Además, no existe garantía de que los patrocinadores regresen, ya que tendrán que resolver sus propios problemas.

«Tenemos menos ingresos este año», dijo Zak Brown a Sky esta semana. “Todos lo han hecho, y todo está bloqueado. Es el modo de asegurarnos de que podamos sobrevivir a la falta de ingresos».

“Esto va a hacer mucho daño a muchas empresas en todo el mundo, y no es exclusivo de la F1 de ninguna manera. Creo que todos están en el mismo barco, y las empresas bien administradas con buen liderazgo y buena administración deberían poder superar esto».

“Nuestros socios y patrocinadores tienen sus propios desafíos en estos tiempos, por lo que queremos brindarles ayuda. Los gobiernos están tratando de ayudar con paquetes, pero desafortunadamente creo que habrá muchas bajas en los negocios en todo el mundo».

El costo que en principio debería pagar cada equipo de F1 para correr el mundial 2020:

Pago 2019: $4.838.348

Pago 2020: $5.490.812