Es de conocimiento popular que Toyota es una de las marcas de vehículos japoneses más reconocidas a nivel mundial. Este gigante automotriz de escala internacional ha anunciado su apuesta por tener en el mercado un mayor porcentaje de vehículos híbridos en lugar de apostar más por la tendencia de los autos eléctricos. Esta decisión opuesta a la tendencia del mercado ha provocado debate en algunos sectores sobre el futuro de la movilidad.

La marca ha sostenido su apuesta por los vehículos híbridos, aunque éstos supongan una emisión de contaminantes al medio ambiente de mayor impacto que los vehículos eléctricos.

Se sospecha que esta decisión de Toyota realmente es una movida estratégica basada en la demanda de los consumidores, ya que a nivel de escala de consumo aún no se identifica un vuelco prominente en el mercado hacia los vehículos eléctricos, tal como se esperaba o proyectaba años atrás, por lo que esta estrategia actual responde a la demanda de los usuarios de vehículos a nivel internacional.

De acuerdo con un sondeo de la empresa ‘startup’ danesa Monta, arrojó que en promedio el 54 % de los propietarios de carros eléctricos en el país europeo, Francia, en algún punto han lamentado su compra de este tipo de vehículos, lo que da a lugar al planteamiento de interrogantes claves sobre la viabilidad económica de las grandes empresas automotrices hacia la transición de la movilidad eléctrica.

Es importante que resaltemos que las ventas de vehículos eléctricos siguen en constante aumento, aunque aún no superas las ventas del tipo de vehículo híbrido.

Los estudios arrojan que esto puede deberse a las quejas recibidas por los usuarios en cuanto a distintos problemas como el precio elevado de los modelos, la autonomía de las baterías y el déficit de estaciones de carga en las vías y carreteras urbanas y rurales, temas que se han reconocido como obstáculos en el crecimiento de sus ventas.