Al viajar con niños las medidas de seguridad, comodidad y entretenimiento durante el camino varían bastante, ya que los viajes se hacen mucho más largos para los chiquitos de la casa.
A continuación te presentaremos varios puntos a tomar en cuenta para disfrutar de la carretera junto a los niños sin morir en el intento.
PLANIFICA EL RECORRIDO
Las improvisaciones con niños, cuando hay unos centenares de kilómetros por delante, deben ser las justas. El problema es que durante el verano muchas personas deciden vacacionar y las carreteras se congestionan. Organiza tu ruta de manera tal que coincida con las horas de siestas de los niños. Además busca rutas alternativas en caso de que los tapones sean muy prolongados.
ORGANIZA EL VIAJE
Unos snaks, agua, juegos, música… acuérdate de preparar todo lo que el niño puede necesitar durante el viaje. Tenlo a mano para evitar parar a cada rato o ponerte a buscar cosas en los asientos traseros cuando estas conduciendo.
HAZ PARADAS CADA DOS HORAS
Los niños necesitan ir al baño, no pueden aguantar indefinidamente una parada. Y, aunque tengan pañales, tampoco pueden estar sentados horas y horas. Descansar cada dos horas es bueno para ellos y para el resto de los ocupantes del vehículo: no lo olvides.
MANTÉN UNA TEMPERATURA ÓPTIMA
Los niños suelen marearse en el coche y el calor no ayuda. Mantén el carro a una temperatura fresca, aunque no tan fría como para criar pingüinos. Intenta que el chorro de aire acondicionado no le dé directamente para evitar dolores de garganta o de oídos posteriores.
REVISA EL CARRO
Es de suma importancia que chequees el vehículo al menos un día antes de tomar carretera para confirmar que todo esté en orden, ya que quedarte en la carretera con los niños no será una buena experiencia ni para ti y mucho menos para ellos.