Últimamente hemos sido testigos o hemos leído acerca de los frecuentes incendios de vehículos que se han dado en plena vía pública, lo cual significa un peligro mortal, tan para quien va a bordo, como para los conductores alrededor debido a la inhalación de humo que puede provocar somnolencias y asfixia.
Cuando un auto se incendia, pocas veces puede identificarse la causa, aunque generalmente son las mismas. Casi siempre se origina en el área del motor, pues son componentes de diferentes materiales dentro de un mismo compartimiento y aunque los autos están diseñados para proteger a los ocupantes del fuego, no se tiene la misma protección con el humo o las explosiones que pudieran derivar del incendio.
Aquí radica la importancia de dar el mantenimiento a su tiempo. Las diferentes mangueras y bombas pueden deteriorarse y agrietarse con el tiempo lo que puede llevar a un incendio. Los neumáticos poco inflados o el choque de ruedas dobles también son causa de fuego. El convertidor catalítico es otro de los problemas ya que durante la quema de combustible puede alcanzar hasta 550° Fahrenheit y qué decir de algunos objetos atorados en los componentes del motor que provocan fricción y, por ende, se sobrecalientan.
Sin embargo, las fallas más recurrentes en los últimos años están relacionadas con componentes eléctricos mal conectados o que provocan un mal funcionamiento del auto o cortos circuitos y que actualmente los vehículos poseen numerosas tecnologías y funciones eléctricas por lo que debes tener mucho cuidado.
Los materiales con los que se construyen los autos también influyen en la causa de un incendio pues las grandes cantidades de metal que se usaban anteriormente han sido sustituidas por plásticos que suelen quemarse con mayor facilidad. El magnesio que viene en algunos componentes puede provocar una explosión al hacer contacto con el agua, aunque esto no pasa con frecuencia. La causa más común y también la más fácil de evitar es el cigarrillo, ya que muchos conductores lo dejan prendido, por eso se debe evitar fumar dentro del auto.
Incluso, algo tan sencillo como una luz que se sobrecaliente, puede incendiar tu vehículo de manera silenciosa, llevándote a percatarte del daño cuando ya tienes el incendio encima.
Para evitar que tu auto se incendie lo mejor es darle un mantenimiento periódico y adecuado, pues de acuerdo con información de la Asociación Nacional para la Protección de Incendios, sólo 3% de estos incidentes son consecuencia de un choque y estos se deben generalmente al combustible derramado o el uso incorrecto de señales luminosas. Debes revisar constantemente que no haya alguna pérdida de enlaces o cables sueltos, algo que puede ocurrir luego de tu visita al mecánico, por lo que debes revisar el motor desde el momento en que sales del taller. Además de los cables, debes mantenerte alerta si descubres filtraciones de líquidos bajo el auto, mangueras rotas o agrietadas, cambios bruscos de temperatura del motor y llevarlo con el mecánico lo más pronto posible. Tampoco olvides contratar un seguro que cubra los daños causados por un incendio.