Así se convirtió en sinónimo de lujo y elegancia, el estandarte de los autos deportivos italianos.

El 12 de marzo de 1947, Enzo Ferrari salía por las puertas de su escudería (en Módena, norte de Italia) a bordo del primer automóvil que llevaba su firma: el Ferrari 125 S, un evento que no solo cambiaría la historia del automovilismo, sino que convertiría a esta marca italiana en sinónimo de velocidad, lujo y elegancia en todo el mundo.

A lo largo de este año, y en más de 60 naciones, se ha festejado ese histórico momento, ocurrido cuando aún Europa y el resto del mundo intentaban levantarse de la Segunda Guerra Mundial.

Es cierto que Ferrari ya existía desde 1929, pero los pilotos del empresario italiano corrían con automóviles de Alfa Romeo, lo que cambió con el 125 S, el primer vehículo enteramente producido por Ferrari en su fábrica de Módena.

Los festejos se harán bajo el eslogan de ‘Driven by emotion’ (‘Guiados por la emoción’), en referencia a la pasión que siempre puso en la creación de sus bólidos, e incluyen el lanzamiento de un nuevo y exclusivo auto: LaFerrari Aperta.

Movido por un motor híbrido de 963 caballos, solo se han fabricado 209 unidades de LaFerrari Aperta y, como es costumbre en la casa italiana, se vendieron solo a los clientes más fieles para mantener ese aire de exclusividad que siempre la ha caracterizado.

El precio de esta nueva joya del Cavallino Rampante roza los 2 millones de dólares, y su presentación en sociedad la hizo el piloto alemán de Fórmula 1 Sebastian Vettel.

El primer Ferrari contaba con un motor de 1.500 centímetros cúbicos y alcanzaba una velocidad máxima de 210 kilómetros por hora. Ya en los años 50, la fábrica de Maranello construía bólidos que se acercaban a los 300 kilómetros por hora.

Ferrari siempre ha sido un objeto de deseo. Futbolistas como Zlatan Ibrahimovic y Cristiano Ronaldo o el diseñador Ralph Lauren son algunos famosos que suelen desplazarse en automóviles Ferrari de forma habitual.

Uno de sus primeros fanáticos fue el actor estadounidense Steve McQueen, quien en 1967 compró uno de los diez ejemplares del 275 GTB/4 Nart Spider, un auto que fue vendido en el 2013 en una subasta de California, por 27,5 millones de dólares. Se trataba de un precio récord, aunque ya el año siguiente el Ferrari 250 GTO lo superó, al ser vendido por 38 millones de dólares en otra subasta californiana.

Nacido para competir.

Para un ‘ferrarista’, como denominan en Italia a los expertos en Ferrari, el 250 GTO es una leyenda, y la misma casa italiana lo define como “la síntesis perfecta” de lo que es su filosofía hasta hoy: compaginar la perfección estética con unas prestaciones de máximo nivel. Pero Ferrari no es solo esto, sino un monoplaza nacido para competir y que marcó la historia de todos los campeonatos mundiales de Fórmula 1 al ser el más ganador, con 15 mundiales de pilotos y 16 de constructores, con un total de 224 carreras ganadas.

Y aunque la experiencia de Ferrari en la pista empezó con una retirada por la rotura de la bomba de alimentación en un Gran Premio celebrado el 11 de mayo de 1947 en Piacenza (en el norte de Italia), Enzo Ferrari, el fundador de esta casa, nunca perdió la confianza y definió esa falla como un “fracaso prometedor”. La historia de sus bólidos le dio la razón.

El primero de sus pilotos en hacerse con el título mundial fue el milanés Alberto Ascari, quien triunfó en 1952 y 1953, seguido en 1955 por la leyenda argentina Juan Manuel Fangio, que le regaló a Enzo Ferrari su tercer campeonato mundial.

El británico Mike Hawthorne, campeón en 1958, el estadounidense Phill Hill (1961) y el también británico John Surtees (1964), permitieron a Ferrari sumar los seis triunfos mundiales en los primeros 14 años en la Fórmula 1.

Su mayor campeón.

La firma italiana tuvo que esperar 11 años para volver a ser campeona del mundo, y lo hizo gracias a la leyenda austríaca Niki Lauda, un piloto que entró en la historia de Ferrari gracias a los títulos de 1975 y 1977.

Tras otro triunfo en 1979, gracias al sudafricano Jody Scheckter, Ferrari abrió su ciclo más ganador con Michael Schumacher, un gigante de las carreras que logró cinco mundiales consecutivos entre el 2000 y el 2004. El alemán es un ídolo eterno de la escudería de Maranello. En su carrera ganó un total de 7 títulos y 91 grandes premios, 13 de ellos en la triunfal temporada 2004.

El decimoquinto título llegó en el 2007 gracias al finlandés Kimi Raikkonen, el último piloto capaz de triunfar con la escudería italiana.

En Maranello todos sueñan con romper la sequía de triunfos y dar a Ferrari una razón más para celebrar su leyenda. Pero fuera de las pistas, el triunfo está consolidado. ¿O a quién no le gustaría tener un Ferrari en el garaje de su casa?

5 datos claves.

Enzo Ferrari, fundador de la marca, fue herrador de mulas en la Primera Guerra Mundial, y sus conocimientos de mecánica eran casi nulos. Pero su pasión por los carros era enorme y se hizo piloto de carreras a los 21 años.

El logo del Cavallino Rampante era el símbolo utilizado en su nave por un famoso as de la aviación militar italiana de la Primera Guerra Mundial: el conde Francesco Baracca.

Todos los modelos de Ferrari son fabricados en forma totalmente artesanal en la fábrica que posee en Maranello, un pequeño pueblo cerca de la ciudad de Módena.

El Ferrari más caro de la historia es un 250 GTO que superó los 38 millones de dólares en una subasta en California.

El más raro, el 250 Testa Rossa (1957): solo se fabricaron 22 unidades.