Presumir hacer alguna de estas acciones mientras manejas, no son nada «cool», un pequeño error puede provocar un terrible accidente con consecuencias fatales.

Comer o beber.

Esta acción algunas veces es fruto de una necesidad (por tiempo, motivos de trabajo, etc) o incluso algunos lo hacen por placer. Sin embargo es bueno recordar que las distracciones están presentes en un 40% de los accidentes de tránsito, y comer o beber mientras se conduce es una distracción, que limita al conductor a emplear las dos manos en el volante, además de quitar la vista del camino para mirar la comida. También el fumar un cigarrillo también otra distracción riesgosa.

Por otra parte, comer dentro de su vehículo, ya esté estacionado o en marcha,  puede acarrear problemas de salud. Normalmente un auto no es un lugar que tenga un buen nivel de higiene para comer. Son muchos los gérmenes y bacterias que hay en un volante, en los asientos del coche o en las alfombras. Una costumbre continuada de comer en el auto puede acarrear problemas como infecciones de piel o intoxicaciones alimentarias.

 

Escuchar música a alto volumen.

Mientras más alto sea el volumen del sistema de sonido menos concentración tendrás en el manejo. El ruido es un gran distractor en la cabina de un automóvil y puede lastimar tus oídos. Aparte de la molestia que provocas a los demás conductores de vía, el volumen alto te aislará del exterior y en caso de una emergencia o accidente serás el último en enterarte.

 

No usar los espejos retrovisores.

Las personas que no tienen el hábito de utilizar los espejos retrovisores, suelen voltear la cabeza por completo para mirar hacia atrás. ¡Gran error! Pierdes por completo la visión de lo que pasa enfrente de ti. Acostúmbrate a usar los espejos retrovisores, una vez que creas el hábito se convierte en un acto intuitivo.

 

No usar el cinturón de seguridad en distancias cortas.

Los accidentes pueden ocurrir en cualquier momento, incluso cerca de la casa o trabajo, lo que nos da una idea de lo importante que es usarlo siempre. Ponerte el cinturón es lo primero que debes de hacer, cuando te montas en el auto, agradecerás traerlo puesto en caso de una frenada inesperada.

 

Maquillarse.

La mayoría de las personas que se maquillan alguna vez en su vida lo han hecho mientras conducen. Una mala práctica que pone en riesgo su seguridad y la de los demás conductores, pues no se concentra en el camino. Si no saliste maquillada de casa, hazlo cuando llegues a un lugar seguro.

 

Usar tacones o chancletas.

Otra pésima costumbre que pone en riesgo la seguridad, ya que tus pies no tendrán el soporte adecuado, se pueden resbalar de los pedales, atorarse en la alfombra y realizar movimientos equivocados.

 

Uso excesivo de dispositivos electrónicos.

Celulares, GPS, equipos de sonido y todo aparato que quieras manipular al mismo tiempo que manejas. Hay que hacerlo en los momentos en que el vehículo no se encuentre en marcha,  en el caso de los teléfonos solo hay que usarlo con un sistema de manos libres y nunca para enviar, recibir y leer mensajes de texto.

 

Manejar cansado o borracho.

En estos casos, tu concentración no está al 100% y generalmente acaban en accidentes graves. Lo mejor es tomar un taxi o que alguien nos lleve a casa.

 

 

Llevar animales sueltos.

Algunos creen que es lindo llevar a tu perrito entre las piernas o en el asiento delantero mientras conduces, pero es un gran peligro: puede ponerse nervioso, bajarse al piso y jugar entre tus pies y, en caso de un choque, convertirse en un proyectil que saldrá volando por el parabrisas por no estar debidamente sujetado. Las mascotas deben ir bien sujetas con arneses especiales o en una caja para transporte.