La postura mientras conduces es un factor importante, ya pasamos muchas horas al volante y estar cómodos ayuda a reducir la fatiga.

Pero también es un componente de vital importancia para conducir con seguridad, ya que en caso de un accidente las consecuencias serán mayores o menores dependiendo de la postura.

Lo primero es regular el asiento. Es algo sencillo que se hace con los tiradores situados por debajo o en el lateral del asientos, además en algunos casos hay reglajes eléctricos que facilitarán la maniobra. La distancia del asiento correcta es aquella que permite pisar a fondo cualquiera de los pedales sin que la pierna quede totalmente estirada. La pierna debe seguir quedando algo semiflexionada, algo que podría evitar lesiones en caso de accidente.

La altura del asiento es muy importante. La tendencia es subirlo para poder ver el capó del coche, pero esto es un error. Lo que es realmente importante es ver la carretera, así que es mejor bajar la altura del asiento para evitar que los muslos puedan interferir en el manejo y para ganar estabilidad. Es recomendable ir lo más bajo posible siempre y cuando no perdamos de vista el cuadro de mandos y el parabrisas.

La inclinación del asiento. Lo primero que debemos tener en cuenta, es que ir recostado no aporta ningún beneficio. Además de que la espalda se puede resentir, solamente se conseguirá agravar las consecuencias en caso de accidente (el cinturón podría no ajustar suficiente o hacerlo mal). Lo recomendable es ponerse lo más vertical posible (sin pasarse de una postura natural), en una posición en la que toda la espalda quede en contacto con el asiento.

Ajuste del volante. La mejor manera es con la postura que se había adoptado hay que estirar los brazos y poner el volante en una posición que permita apoyar las muñecas sobre él sin despegar los hombros del volante. De esta forma los brazos irán flexionados y se podrán realizar las maniobras correctamente. En la mayoría de carros el volante se puede ajustar en altura y profundidad, en caso contrario habrá que buscar un punto intermedio jugando con el asiento.

La posición de las manos sobre el volante es igualmente importante. Si imaginamos el volante como un reloj y las manos como las agujas, lo recomendable sería colocarlas a las ‘diez y diez’. Esta forma es la más cómoda y natural y además se llega a todos los controles del volante. Los pulgares deben ir apoyados en las protuberancias para evitar lesiones en caso de accidente.

Cuando se maneja es importante no soltar las manos del volante (a excepción de algunas maniobras) y tampoco sujetar el volante por la parte inferior ni cruzar los brazos en giros.

El apoyacabezas. Aunque quizás no lo utilicemos mucho, tiene una gran importancia en caso de accidente. Este elemento clave para evitar lesiones cervicales, deberá ir colocado casi tocando la cabeza (a unos cuatro centímetros de distancia) y con su parte resistente a la altura de la nuca. De esta forma si hay una colisión será más eficaz a la hora de reducir el latigazo cervical.

El cinturón de seguridad. Es probablemente uno de los elementos que más ha revolucionado la seguridad en los automóviles. Gracias a él se han salvado cientos de miles de vidas, ya que reduce drásticamente las consecuencias de un accidente. Su ajuste es importante. Lo primero es que tiene que pasar por la clavícula, una zona resistente que sujetará en caso de accidente (en el cuello podría agravar las lesiones).

Para mejorar su efectividad es recomendable tensarlo con la mano hasta que se ajuste al cuerpo. De esta forma se evitan el efecto submarino, un posible golpe contra el airbag o colarse por debajo del cinturón (algo que no debería pasar si se han seguido los pasos y la posición es correcta).

Los espejos retrovisores. Antes de iniciar la marcha también es conveniente ajustar los retrovisores. Para el que tenemos dentro del interior, bastará con ajustarlo mirando a la parte trasera de forma que se consiga el mayor ángulo de visión. Para los laterales exteriores, hay que intentar evitar los ángulos muertos y mostrando un campo de visión amplio para la zona trasera.

Si se observa al vehículo que está por detrás primero por el espejo del interior, y según vaya adelantando desaparece y luego aparece en los retrovisores laterales, entonces están bien colocado. De esta forma se consigue crear un campo de visión continuo.

Cuando manejamos el carro de otra persona, trata de  buscar tu posición de conducción. No importa que el trayecto sea corto, nunca se sabe lo que puede pasar. Durante la marcha hay que estar relajados, con la postura de manejo correcta tiene que primar la comodidad, esforzarse de más solo conseguirá fatigarse y sentir cansancio muscular.