Para no caer en un gancho, descubre lo que debes saber antes de adquirir un carro usado.

Cuando no puedes comprar un carro nuevo, es probable que optes por uno usado.  En ese sentido, debes tener en cuenta ciertos detalles para que no te estafen.

Una de las cosas más comunes que suelen hacer los vendedores inescrupulosos es alterar el odómetro (ya sea análogo o digital) con el propósito de ocultar el verdadero recorrido del vehículo.

Conociendo el verdadero kilometraje del carro usado que deseas comprar, el interesado tendrá una idea más precisa sobre el grado de desgaste del motor, sus piezas internas y demás componentes.

Observa los detalles. El odómetro no es la única manera de verificar la antigüedad del carro usado. Si tienes duda, puedes revisar los brillos del volante, el desgaste del asiento, del protector de la palanca de cambios, la tapicería y el de los botones de la consola central. Todo esto te dará indicios de si su recorrido coincide o no con el deterioro de dichos elementos.

Inserta la llave y si notas una holgura excesiva entre ambos, entonces no confíes en el kilometraje que te muestran. El desgaste de la alfombra y los plásticos laterales de la baúl también son un buen referente para verificar.

Revisa el odómetro. Si es análogo, centra tu atención en la alineación de los números, sobre todo en el primer dígito de la izquierda. Si presentan un ligero desnivel eso puede ser una clara señal que el odómetro ha sido modificado. Además, busca si el tablero tiene marcas de haber sido desmontado, ya que en la mayoría de automóviles es necesario retirarlo para alterar el kilometraje.

Pero si es digital, es más difícil verificar si el odómetro ha sido manipulado, tendrías que recurrir a la ayuda de un experto. En algunos modelos más modernos, la cantidad de kilómetros recorridos se almacena en la ECU del vehículo, basta con pasar un scanner para saber la cifra real. Si el modelo no tuviera esta opción, debes revisar el historial de revisiones y fijarte si concuerdan las cifras.

Calcula los datos. Con un uso normal, el vehículo recorre un promedio de 10,000 a 20,000 kilómetros en un año. Pongamos un ejemplo, digamos que un carro recorre 15,000 por año, entonces si el carro usado que queremos comprar dice tener un recorrido de 40,000 kms. y 10 años de antigüedad, entonces ese odómetro fue alterado.

Otro consejo es abrir el capó del auto y si el estado visual del motor muestra fuga de aceite, reparaciones en el radiador, vapor de aceite o alguna manguera de agua cambiada entonces no deberías comprarlo.

Recuerda que si bien estos consejos pueden ayudarte, lo mejor es llevarlo a un experto para que compruebe o descarte tus dudas.